viernes, 17 de diciembre de 2010

A encender los hornos!


Para los que no lo han hecho todavía, claro está! En nuestra casa, Navidad sin galletas no es Navidad. Desde que mis hijas eran muy pequeñas, nuestro grupo de mamás siempre se aseguró de que hubiera plan de hacer galletas de Navidad. Muchos preparativos y mucha coordinación, y 30 minutos después de estar en la cocina nos preguntábamos por qué habíamos resuelto hacerlo otra vez: harina en toda la ropa, en el suelo, regada en el mesón, y luego masa cruda y mantequilla repartidos indiscriminadamente por todas las superficies existentes, y en el estómago de todos.

Una masa de galletas ya brillante por la mantequilla derretida a fuerza de amasarla con unas manitas calientes (y dudosamente limpias) y unas formas de galletas que casi nunca se parecían al molde original, pero que siempre nos parecían DIVINAS! Y finalmente, la decoración con azúcar de colores, también muy artística y con interpretaciones libres acerca de la forma de usar el color.

Con los años y el traslado a Estados Unidos, la afición se desarrolló mucho más porque aquí sí que la hechura y decoración de galletas de Navidad es una actividad respetada y llevada a altísimos niveles: la gente incluso compite con sus recetas de galletas y se hacen fiestas totalmente estructuradas para intercambiar galletas y recetas. Nosotros no hemos llegado hasta allá, pero no importa qué tan atrasado esté todo ni qué tan caótica sea la temporada, en esta casa siempre hay galletas de Navidad.

Este año las hicimos Verónica y yo, que no somos tan perfeccionistas como Silvia, pero es que ella no llega de la universidad sino hasta mañana. Está esperando ansiosa estas fotos para confirmar que para eso, también nos hace mucha falta. Auxilio Silvia!!!!

Quise compartir con ustedes esta receta básica de galletas de mantequilla que produce unas galletas tostadas y deliciosas y que es fácil de manejar. Hoy es viernes, y aunque ya empezó la época prenavideña, nunca es tarde para empezar!

Galletas de mantequilla

Ingredientes:

1 2/3 tazas de harina de trigo
½ cucharadita de polvo de hornear
¼ cucharadita de sal
½ taza (125 gramos) de mantequilla sin azúcar a temperatura ambiente
¾ taza más 2 cucharadas de azúcar
1 huevo a temperatura ambiente, batido
1 cucharadita de extracto de vainilla
Galseado real (royal icing) (Receta a continuación) y colores para alimentos para decorar

Preparación:

1. Cierna la harina, el polvo de hornear y la sal en un recipiente y reserve.

2. Bata la mantequilla con el azúcar con la batidora eléctrica durante varios minutos hasta que la mezcla tenga un color claro y esté esponjosa.

3. Reduzca la velocidad de la batidora al mínimo y agregue el huevo y la vainilla y mezcle hasta que estén bien combinados. Adicione la harina gradualmente. Continúe batiendo hasta que la masa se vea suave y uniforme.

4. Vierta la masa sobre una superficie enharinada y divida por la mitad.

5. Dé a cada mitad la forma de un disco plano de ½ pulgada (1 cm) de grueso, envuelva cada uno en papel plástico y refrigere los discos durante 2 horas.

6. Precaliente el horno a 325°F. Forre dos latas de galletas con papel de hornear o engrase ligeramente.

7. Retire uno de los discos de la nevera, retire del papel y coloque sobre una superficie enharinada.

8. Trabajando rápidamente para que la masa no se caliente, extienda el disco con la ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor uniforme de 1/8 de pulgada (0.3 cm). Corte las galletas en la forma que desee utilizando cortadores de metal o plástico. (Si empieza a ver que la masa se queda pegada en el rodillo o sobre la superficie y se están rompiendo las galletas, enfríe la masa durante 10 minutos para facilitar la labor de corte de las formas).

9. Levante las galletas de la superficie con ayuda de una espátula flexible para colocarlas en la lata de hornear dejando un espacio de 1 pulgada (2.5 cms.) entre ellas.

10. Hornee durante 12-14 minutos, rotando las latas a la mitad del tiempo de cocción para que las galletas doren uniformemente.

11. Saque del horno, deje reposar durante algunos minutos en la lata y luego pase a una rejilla para dejarlas enfriar completamente.

12. Recoja los recortes de masa, forme otro disco pequeño y refrigere mientras corta las galletas del segundo disco que está en la nevera, con las que debe repetir el procedimiento anterior.

Glaseado Real:

Ingredientes:

2 claras de huevo a temperatura ambiente
1 cucharada de jugo de limón
3 tazas de azúcar en polvo cernidas
Colorante de alimentos

Preparación:

1. Ponga todos los ingredientes en un recipiente y bata con la batidora eléctrica (con el accesorio de batidor de alambre si lo tiene, de lo contrario use los batidores normales) a alta velocidad hasta que los ingredientes se incorporen y formen una mezcla gruesa y de color blanco. Debe tener una consistencia parecida a la del pegante.

2. Si el glaseado está muy líquido, añada azúcar pulverizada por cucharadas. Si lo encuentra demasiado grueso, (o sea, si no pasa por el hueco de la boquilla) añada agua por cucharaditas según sea necesario para lograr la consistencia deseada. (Algunas personas prefieren un glaseado ligeramente más espeso, otras más líquido).

3. Divida la masa en recipientes pequeños y agregue a cada una el color que desee. Mantenga los recipientes tapados con una toalla de cocina húmeda porque el glaseado se seca muy rápidamente.

4. Para decorar las galletas, llene mangas reposteras con los colores de glaseado que vaya a utilizar, tapando la punta de la boquilla para que no se seque el contenido.

5. Decore al gusto y aplane los detalles con la punta del dejo mojada para eliminar picos.


6. Deje secar las galletas en una rejilla y guarde en una lata durante varios días.

Rinde aproximadamente 3 docenas de galletas de 2 ½ pulgadas (6 cms).

Les deseo unas veladas de repostería muy ruidosas y caóticas, llenas de niños y de desorden en la cocina al ritmo de música de Navidad. Esas tardes nunca se olvidan.

Feliz Navidad para todos!

viernes, 10 de diciembre de 2010

BRRRRRR...

El clima llama sopa. Por estos días un gran número de personas me ha pedido recetas de sopa para variar su repertorio, y es que el frío no da tregua. Bien sea con lluvias torrenciales como en Colombia o bajo fuertes tormentas de nieve o solamente con un frío impresionante, parece ser que el invierno de este año va a ser largo y duro. Mientras escribo estas líneas están cayendo los primeros copos de nieve. Espero que no nos quedemos enterrados otra vez porque ahí sí o hay sopa que valga!

Esta semana, y aprovechando que un lector de Qlinaria pidió esta receta específica, presento la sopa de cebolla de Julia Child que a mi manera de ver es perfecta. Hay que disponer de algo de tiempo para caramelizar la cebolla, (y según sus instrucciones, para dejarla conservar entre 30 y 40 minutos adicionales cuando se ha agregado la totalidad de los ingredientes), lo que produce una sopa de un sabor concentrado y excepcional. Este es el secreto de la receta. Aunque es posible caramelizar la cebolla en menos tiempo, al hacerlo lentamente se logra que desarrolle la dulzura escondida de la cebolla. Así que dedique el tiempo necesario y se verá recompensado en sabor.

Esta sopa se puede servir como entrada en un recipiente más pequeño, o como plato único (gratinada o no) acompañada de pan francés.

Sopa de Cebolla

Ingredientes:

1 ½ libras de cebolla cabezona (yellow onion) rebanada finamente (aproximadamente 5 tazas).
3 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de aceite vegetal
1 cucharadita de sal
¼ cucharadita de azúcar (que ayuda a la caramelización de la cebolla)
3 cucharadas de harina
2 litros de caldo de carne hirviendo o 1 litro de caldo y un litro de agua hirviendo
½ taza de vino blanco seco o vermouth
Sal y pimienta al gusto
3 cucharadas de cognac (opcional)
Tajadas de pan francés delgado (baguette o flauta) bien tostadas
1 o tazas de queso Parmesano o suizo rallado

Preparación:

1. Ponga la mantequilla y el aceite en una olla pesada que tenga tapa.

2. Agregue las cebollas y cocine a fuego medio bajo, tapadas y volteando ocasionalmente, durante 15 minutos hasta que las cebollas ablanden sin dorar.

3. Destape la olla, aumente el fuego a medio y añada la sal y el azúcar. Revuelva y cocine las cebollas durante 30-40 minutos revisando y revolviendo ocasionalmente hasta que se hayan dorado uniformemente adquiriendo un color carmelita profundo.

4. Adicione la harina y cocine durante 3 minutos.

5. Baje las cebollas del fuego y agregue el caldo o el caldo y el agua y el vino, y sazone al gusto con sal y pimienta.

6. Cocine la sopa a fuego bajo y parcialmente tapada durante 30-40 minutos adicionales. Ajuste la sazón.
(En este momento puede dejar destapada hasta el momento antes de servir cuando la puede calentar a fuego bajo).

7. Justo antes de servir, añada el cognac si lo va a usar. Ponga las tajadas de pan tostado en el fondo de una sopera o de recipientes individuales, vierta la sopa y pase el queso por separado. (La sopa tiene que estar muy caliente para que el queso se derrita).



Sopa de Cebolla Gratinada:

Ingredientes:

2 onzas de queso suizo rallado por la parte de los agujeros grandes del rallador
12 tajadas de pan francés muy tostado .

1. Precaliente el horno a 325° F.
2. Haga hervir la sopa de nuevo y vierta dentro de la sopera refractaria o platos de sopa o cazuelas refractarias individuales.
3. Coloque dos tajadas (o una si el recipiente es pequeño) de pan tostado sobre la superficie de la sopa y rocíe encima el queso rallado.
4. Cocine en el horno durante aproximadamente 20 minutos o hasta que el queso derrita, y luego encienda el broiler o resistencia superior del horno para que se dore el queso, vigilando constantemente.

Rinde 6 – 8 porciones.

Adaptada de “Mastering the Art of French Cooking “de Julia Child.


Nota: Teniendo en cuenta que por esta época abundan las fiestas y reuniones, resolví incluir recetas para picadas, procurando que fueran fáciles y diferentes. Para quienes no reciben el boletín semanal, busquen la Tortilla Española, el Pan con Tomate, los Hongos rellenos de queso y las Nueces con ajonjolí y tomillo.

Que cocinen rico y compartan!

lunes, 29 de noviembre de 2010

In memoriam.


Después de luchar durante dos años contra el cáncer con la misma entereza, paciencia y compostura con la que vivió toda su vida, mi cuñado, el Negro Londoño, descansó por fin durante el pasado fin de semana. En medio de una tristeza enorme, hago una pausa para expresar lo afortunada que me siento por haber estado a su lado y por haber disfrutado de su generosidad sin límites y su calidad humana más que excepcional. Cómo lo vamos a extrañar!

La cocina de Qlinaria estará cerrada durante unos días dedicados a su memoria.

(La foto corresponde a Falling Water, una casa diseñada por el arquitecto Frank Lloyd Wright ubicada en el estado de Pensilvania, y que visitamos en compañía de mi cuñado hace algo más de dos años. El Negro, un excelente arquitecto, admiraba enormemente la obra de FLW y por lo tanto gozó muchísimo del paseo).


lunes, 22 de noviembre de 2010

A comer pavo!


Resulta difícil no contagiarse del ambiente que precede a la Fiesta de Acción de Gracias. Yo diría que es una mezcla entre el clima que se va enfriando con el consiguiente cambio en el color de la luz, el ritmo enloquecido al el que se mueve la gente, el tráfico, la publicidad, la música de fondo en el carro y en los almacenes y la reverberación comercial relacionada con la Navidad. Esta es una fiesta verdaderamente familiar para cuya celebración padres, hijos, abuelos, primos, tíos, etc., que aquí muchas veces están tan dispersos, se desplazan por aire, tierra y mar para reunirse a cenar, a comprar y a ver partidos de fútbol americano.

Recién llegamos a este país hace diez años nos parecía una fiesta ajena, pero desde el primer año resolvimos celebrarla, porque en ese momento un amigo nuestro que se había trasladado al área un par de años antes, nos convenció de reunirnos con ellos diciéndonos que se uno se sentía muy triste cuando pasaba esa fecha solo y era la única casa en el vecindario que no tenía carros de visitas. Desde entonces hemos estado aprendiendo las tradiciones y las recetas y la hemos adoptado en nuestra familia, siempre compartiéndola con amigos cercanos y haciendo una pausa para dar gracias por lo que tenemos.

Y es que cuando los hijos se van a la universidad también adquiere una dimensión especial. Para ellos casi siempre es la primera vez que regresan a la casa después de iniciar el segundo semestre del año, que a veces (como en este caso con Silvia este año) es el primero lejos de su casa, así que ellos tienen mamitis y nosotros tenemos “hijitis”. Los estudiantes tienen 4 o 5 días de vacaciones, y vienen listos para que los papás los consintamos y les demos un repaso de lo rico que es estar en la casita.

Me pareció muy apropiado compartir con ustedes la receta del pavo asado, que en nuestra casa es la especialidad y responsabilidad de mi marido y mis hijas. Siempre hacemos un pedido especial de un pavo alimentado naturalmente y que no ha estado congelado, por lo que la carne resulta tiernísima y de muy buen sabor. Para quienes lo van a preparar para Acción de Gracias, espero que no sea muy tarde, y para los que lo comen en Navidad, tienen tiempo de analizar la receta y animarse a ensayarla.

Esta receta se prepara conservando el pavo en una salmuera que se prepara el día anterior y en la cual se sumerge el pavo durante 6 horas. La razón para hacerlo es que la mezcla salada ayuda a mantener la humedad del pavo y produce una carne más tierna y jugosa.





Pavo asado

Ingredientes:

1 pavo joven de 14 – 16 libras

Para la salmuera:

1 taza de sal kosher o gruesa
½ taza de azúcar morena
1 galón de caldo de verduras
1 cucharada de pimienta negra en grano
½ cucharada de pimienta de Jamaica en grano o en polvo
½ cucharada de jengibre cristalizado
1 galón de agua helada

Ingredientes aromáticos:

1 manzana roja en tajadas
½ cebolla en rebanadas
1 astilla de canela
1 taza de agua
6 tallos de romero
6 hojas de salvia
Aceite de canola

Preparación:

1. Combine los ingredientes de la salmuera en una olla, exceptuando el agua helad, y haga hervir. Revuelva para disolver la sal y el azúcar, retire del fuego, deje enfriar hasta que esté a temperatura ambiente y luego lleve a la nevera hasta que esté bien fría.

2. El día que va a preparar el pavo o tarde la noche a0nterior si lo va a preparar para el almuerzo, combine la salmuera y el agua helada en un balde limpio con una capacidad de 5 galones o en una nevera portátil bien limpia. Ponga el pavo descongelado dentro de la salmuera, con la pechuga hacia abajo, tape y refrigere o ponga en un lugar frío durante 6 horas. Voltee el pavo después de 3 horas de estar dentro de la salmuera.

3. Precaliente el horno a 500 grados F.

4. Mezcle la manzana, la cebolla, la astilla de canela y una taza de agua en un recipiente que pueda ir al microondas y cocine la mezcla en ALTO durante 5 minutos.

5. Saque el pavo de la salmuera y enjuague bien por dentro y por fuera con agua fría. Deseche la salmuera.

6. Ponga el pavo en una rejilla que pueda colocarse dentro de una lata no muy honda y seque bien con toallas de cocina. Acomode los ingredientes aromáticos cocinados en el microondas dentro de la cavidad del pavo, junto con el romero y la salvia. Doble las alas hacia atrás y con aplique aceite de canola u otro aceite sin sabor generosamente con la mano.

7. Cocine en la parrilla inferior del horno a 500 grados F. durante 30 minutos para dorar la piel.

8. Retire del horno, cubra la pechuga con un trozo doble de papel aluminio y reduzca la temperatura del horno a 350 grados F. Cocine el pavo hasta que la temperatura interna de la parte más gruesa del muslo alcance 161 grados F., medida con un termómetro. (Un pavo de 14-16 libras debe requerir aproximadamente 2 – 2 ½ horas en el horno).

9. Antes de cortar el pavo, déjelo reposar durante 15 minutos, tapado con un papel aluminio que no esté apretado, de lo contrario perderá la textura tostada en la piel.


Rinde aproximadamente 10-12 porciones.

(Si tiene más comensales o si la mayoría de los que tiene prefiere la carne blanca, puede preparar una pechuga aparte para completar).

Receta adaptada de Alton Brown (Food Network).

Feliz día de Acción de Gracias!

martes, 16 de noviembre de 2010

Papas rellenas


Hay platos que nunca pierden vigencia y me atrevo a decir que la papa rellena es uno de ellos. En un momento dado pensé que no valía la pena dedicar una entrada completa a hablar de ellas, y luego cambié de opinión porque caí en cuenta que al comerlas, uno siempre se pregunta por qué no las hace con más frecuencia. Además puede ajustarse al gusto de grandes y niños y puede ser un plato único acompañada de una buena ensalada.

La papa juega un papel muy importante en la dieta tanto de nuestros países latinos, como en la de los Estados Unidos, Inglaterra, y muchos otros alrededor del mundo, pero se consume en otro tipo de platos. Parece que la papa rellena, aunque en una versión ligeramente diferente, nació en Inglaterra donde se conoce como "jacket potato"; en ese país se usan los rellenos más variados, incluyendo fríjoles, chili con carne, atún y champiñones y la la preparación consiste en cocinar la papa, abrir una ranura y verter el relleno, dejando la pulpa de la papa intacta.

En los Estados Unidos, donde acostumbran enriquecer los platos a como dé lugar, las recetas casi siempre involucran sacar la pulpa de la papa y mezclarla aparte con diferentes ingredientes para luego rellenarlas de nuevo y gratinarlas al horno. Obviamente, se puede jugar con lo que se le agrega al relleno para hacerlas más o menos saludables.

En esta oportunidad presento una receta muy sencilla, y donde lo que más tiempo toma es la cocción inicial de la papa en el horno antes de sacarle la pulpa. Usé ingredientes bajos en grasa, pero siéntase en libertad de variarlos al gusto. Puede usar cualquier tipo de queso, crema de leche, mantequillla, verduras, champiñones, pollo cocinado, salmón, atún y hasta langostinos.


Papas rellenas de queso y jamón

Ingredientes:

4 papas de asar de tamaño mediano lavadas y secas
1 cucharada de mantequilla
2 chalotes picados finamente
1 taza de leche baja en grasa
6 onzas (170 gramos) de queso gruyere, cheddar u otro queso semi duro (Ver Glosario)
3 onzas (113 gramos) de jamón picado en cuadritos
Sal y pimienta al gusto

Preparación:

1. Precaliente el horno a 350 grados F. Chuce las papas en varios sitios con un tenedor y cocine en el horno durante aproximadamente 45 minutos o hasta que un cuchillo entre fácilmente hasta la mitad de la papa.




2. Déjelas enfriar hasta que las pueda manipular; mientras las papas se enfrían, derrita la mantequilla en una sartén mediana y sofría los chalotes hasta que se suavicen y doren ligeramente;




3. Agregue la leche y caliente a fuego medio apenas hasta que hierva. Mantenga caliente.

4. Cuando las papas estén tibias, córtelas por la mitad a lo largo:



Saque la pulpa, dejando aproximadamente 1/2 pulgada/1 cm de pulpa de pulpa de papa adherida a la cáscara. Reserve las cáscaras para rellenarlas.

5. Procese la pulpa con la ayuda de un prensapuré a fin de obtener una consistencia suave y uniforme.


6. Vierta la pulpa de la papa dentro de la sartén con la leche, revuelva bien y luego agregue el jamón en cubos y 2/3 partes del queso. Mezcle bien.


7. Ajuste la sazón y rellene cada una de las cáscaras con ayuda de una cuchara, distribuyendo el relleno de manera uniforme entre las papas. Coloque las papas en una lata forrada en papel aluminio y rocíe el queso restante encima de estas.



8. Precaliente el horno en 475 grados F. Lleve las papas al horno y cocine hasta que el queso de encima se derrita y dore, aproximadamente 15 minutos. (Si gusta, puede pasar la temperatura a broil (reisistencia de arriba) al final de la cocción para que las papas se doren más rápido, vigilando constantemente para que no se quemen).


Rinde 4 - 6 porciones, dependiendo de los comensales.

Acompañe de una ensalada verde y disfrute!



lunes, 8 de noviembre de 2010

Una pausa y un biscotti


Una semana enredada, por decir lo menos. Ya subidos en el tren del final de año que como decía en otra ocasión, empieza a definirse con la fiesta de Acción de Gracias que se celebra el tercer jueves de noviembre; el día siguiente, que se conoce como "viernes negro", es el día de grandes promociones en los almacenes que abren sus puertas desde las 5 de la mañana y tradicionalmente es la fecha de mayores ventas en todo el año. En esta época de recesión se ha convertido además en una de las varas con que los expertos miden el estado de la economía.

Hay que hacer muchas cosas, siempre con música de navidad de fondo. No es que "Navidad Blanca" no me guste, me encanta; desafortunadamente, siempre me recuerda que estoy atrasada y que me falta mucho por hacer. Pero en fin, me ha tocado aprender a vivir con esa culpabilidad casi permanente, porque como le decía a una amiga de Colombia que se trasladó a esta zona hace poco, aquí uno siempre va tarde. Para comprar las boletas, para invitar, para pedir, para llamar, etc. Todo se planea con una anticipación increíble y los latinos nunca nos hemos destacado por eso.

Así que vamos entrando en ambiente de fin de año y como parte de ese ambiente obviamente están las galletas. Esta semana quise presentarles la receta de biscotti porque para mí fue muy divertido aprender a hacerlos y tienen varias ventajas: se conservan muy bien en una lata durante un par de semanas, son mucho más saludables que otras y son un acompañamiento exquisito para una taza de café o té , o se pueden disfrutar solos como "tentempié" en cualquier momento.

Los biscotti, como su nombre lo sugiere, son italianos y son bocados dulces y tostados que se hornean dos veces. Dado que en su forma original no contienen grasa ni levadura, resultan secos, por lo que en Italia se sirven con café, te o capuccino o vino dulce, bebidas en las que se moja la galleta para ablandarla. En Estados Unidos se ha popularizado su consumo, en gran medida porque nunca faltan en las vitrinas de las sucursales de la cadena de café Starbucks.

En esta oportunidad escogí uvas pasas y almendras, pero utilice la receta básica que presento y ensaye las variaciones de su agrado: chips de chocolate, pistachos, otras frutas secas, esencias, etc.

Biscotti de uvas pasas y almendras

Ingredientes:

2 huevos a temperatura ambiente
2/3 tazas de azúcar
1/2 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 tazas de harina de trigo

Preparación:

1. Precaliente el horno a 350 grados F. Cuando esté caliente, tueste las almendras, enteras y con cáscara hasta que estén aromáticas y ligeramente doradas, unos 7 minutos. Revíselas y voltéelas a mitad de la cocción para que no se quemen. Sáquelas del horno y déjelas enfrair por completo. Luego píquelas en trozos medianos.


2. Si está usando una fruta diferente a las uvas pasas o sultanas, también píquela en trozos medianos:

3. Mantenga el horno caliente y prepara la lata en la que va a hornear los biscotti, forrándola con papel de hornear (parchment paper). (En el caso de los biscotti, dado que no tienen grasa, no se pegan a la lata, así que si no tiene este papel a su disposición, puede omitir el paso de forrar la lata).


4. Bata los huevos, el azúcar, el polvo de hornear, la sal y la vainilla en un recipiente mediano y con ayuda de una batidora eléctrica hasta obtener una mezcla más clara, espesa como la mezcla de pancakes:



5. Baje la velocidad de la batidora al mínimo y adicione la harina, batiendo apenas hasta que los ingredientes estén bien incorporados. Luego agregue las uvas pasas y almendras y mezcle brevemente hasta obtener una masa uniforme:

6. Pase la masa a la lata preparada y moldee con las manos formando algo así como un pan burdo, de aproximadamente 14 pulgadas (35 cms.) de largo y 2 1/2 pulgadas (6 cms. de ancho). Alise la superficie de la masa con un instrumento metálico ligeramente mojado:


7. Hornee durante 25 minutos o hasta que el "pan" se sienta firme al tacto y dore ligeramente. Saque del horno y deje enfriar en la lata 20 minutos. Cinco minutos antes de cortar, rocíe en la parte superior y los lados con agua con la ayuda de un atomizador para facilitar el corte:



8. Reduzca la temperatura del horno a 325 grados F. Espere otros 5 minutos y corte los biscotti en tajadas de aproximadamente 1/2-3/4 de pulgada (1.5 - 2 cms) cada uno:


Cuando las recetas tienen almendrasu otras nueces y frutas secas, es muy difícil obtener tajadas delgadas sin que se rompan, así que si las está usando, como en este caso, corte tajadas más gruesas.

9. Ponga los biscotti sobre la lata para la segunda horneada, cuando adquirirán la textura tostada que los caracteriza:

10. Y por último, hornee los biscotti durante aproximadamente 20-25 minutos, vigilando hacia el final del tiempo de cocción para que no se doren en exceso por encima:


11. Deje enfriar los biscotti completamente sobre una rejilla, y mientras tanto, prepare una buena taza de café o té; siéntese, ármese de uno o varios biscotti, y prométase a sí mismo que este año si va a hacer todo con tiempo.....



domingo, 31 de octubre de 2010

Entrando en frío

Quienes me conocen saben que el otoño es mi época preferida. No podía dejar pasar este año ni este espacio sin mostrarles unas fotos de los árboles de otoño que me encantan. Este año ha sido diferente porque la temperatura ha subido y bajado en forma completamente errónea y creo que las hojas están medio desconcertadas con los cambios.



En muchos casos se ven árboles con toda la gama de colores simultáneamente, lo cual no es muy usual, o lo que es más raro aún, las hojas se han caído sin cambiar de color. Afortunadamente también se ven los que cambian de color en forma pareja por unos pocos días antes de que las hojas se caigan.


Pero la estación dura muy poco y esos días de sol y color siempre pasan muy rápido y la caída de las hojas, que uno siempre quisiera detener, anuncia la llegada del invierno largo, frío y gris. Lindo a su manera, pero yo me quedo con el otoño.

Y el frío empieza a causar estragos en el tema de las comidas. Uno quiere comer cosas que lo calienten, y lo hagan sentir bien. Y como decía alguien, esos antojos unidos a la ropa gruesa y grande, que se empieza a usar para protegerse del clima, se convierte en una combinación explosiva; no puedo describir la angustia que se siente cuando los anuncios publicitarios pasan de los abrigos de piel a los bikinis, y uno todavía está comiendo para calentarse. Como dicen los americanos, OUCH!

Así que seguimos en la búsqueda de alternativas saludables. En este caso, y aprovechando la visita de Silvia quien nos acompañó durante el fin de semana, preparamos el dip caliente de espinaca y alcachofa que presento a continuación. Este plato es una entrada muy popular en los restaurantes americanos pero en una versión no solamente grasosa, sino terriblemente pesada. Esta adaptación de una receta de Cooking Light omite la mayonesa, uno de los principales ingredientes de esta receta y reemplaza los quesos y crema por versiones bajas en grasa o sin grasa. Yo aumenté la cantidad de espinaca a más del doble e incluí un poco de leche para darle una consistencia un poco más suave. Igualmente, añadí una pizca de salsa inglesa que le da un toque especial.



Dip caliente de alcachofa y espinaca (versión light)

Ingredientes:

2 tazas de queso Mozarella bajo en grasa
1/2 taza de crema agria sin grasa
1/4 taza (1 onza) de queso Parmesano recién rallado
1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
1-3 dientes de ajo, al gusto (yo uso 1).
1 lata de 14 onzas (397 gramos) de corazones de alcachofas escurridos y picados
8 onzas (225 gramos) de queso crema bajo en grasa, a temperatura ambiente
8 onzas (225 gramos) de queso crema sin grasa, a temperatura ambiente
1 libra (450 gramos) de espinacas pasadas por agua, picadas y exprimidas para sacar todo el líquido.
1/4 taza de leche sin grasa
1/2 cucharadita de salsa Worcestershire o inglesa

Tajadas de pan francés, chips de maíz o galletas para acompañar el dip

Preparación:

1. Precaliente el horno a 350 grados F.

2. Mezcle 1 1/2 tazas del queso Mozarella, la crema agria, 2 cucharadas del queso Parmesano y los demás ingredientes en un recipiente grande,

3. Vierta la mezcla en un molde refractario con 6 tazas de capacidad. Rocíe con la 1/2 taza de Mozarella y las 2 cucharadas de queso Parmesano restantes.


4. Cocine en el horno durante 30 minutos o hasta que esté burbujeante y dorado. (Si desea, cuando empiece a burbujear, encienda el broiler (resistencia superior) para que la parte de arriba dore más rápido).



Sirva acompañado pan francés, chips de maíz, papas chips o galletas.

Rinde 12 - 15 porciones.


Listo el sistema de búsqueda!

Lo prometido es deuda: está listo el sistema de búsqueda del que les hablé la semana pasada. Ahora la página les permite buscar las recetas por título, y por ingredientes. Para usar la característica de búsqueda, escriban los ingredientes, separados tan solo por un espacio, y el sistema les presentará la lista de recetas en orden de relevancia y así podrán encontrar alternativas que les permitan usar lo que tengan en la nevera o despensa. Así vamos ajustando a Qlinaria.net para facilitar y hacer más placentera su experiencia en la cocina.

Los invito a expresar sus comentarios y sugerencias porque estos son de mucha utilidad para continuar adaptando la página a sus preferencias y necesidades.

Que tengan una buena semana!

sábado, 23 de octubre de 2010

Triqui, triqui Halloween…

El "triqui, triqui" es la versión colombiana de “trick or treat”, la frase que gritan los niños para pedir dulces en Estados Unidos y que desafía a los dueños de casa a atenerse a las consecuencias o trucos (trick) si no regalan un dulce (treat).

Los recuerdos que tengo de mis años de infancia y la tradición de Halloween son muy vagos porque aunque en aquella época prehistórica ya se usaba en Colombia disfrazarse para pedir dulces, esta fecha nunca fue tan importante para nosotros como lo fue para nuestros hijos y menos aún como ha llegado a ser ahora, y más por estas tierras donde el tema de la comercialización de las fechas nunca deja de sorprenderme.

Cuando mis hijas y los hijos de mis amigas empezaron a tener edad para disfrazarse, resolvimos crear la tradición de la fiesta anual de Halloween. Siempre la planeábamos con mucha anticipación y hacíamos listas donde cada una se comprometía a aportar algo para la fiesta: la decoración, el cake, la comida de sal, las papas fritas, los juegos, los premios, etc. Dejamos de hacerlas cuando los más grandes se negaron a disfrazarse y empezaron a buscar excusas para hacer otros planes más acordes con su edad. Las que queríamos prolongar su infancia éramos las mamás.

Tengo que confesar que todavía me detengo en los almacenes y me pregunto si estoy segura que esos adornos para cupcakes o ese mantel o esas servilletas no me servirán para algo. Y devuelvo los artículos a su lugar. Casi siempre. Este año me quedé con los papeles para cupcakes y resolví presentar el proyecto de los cupcakes de telaraña para que tengan tiempo de practicarlos antes de que llegue la fecha. No pude evitarlo. Aquí están pues:

Cupcakes de telaraña

Ingredientes:

Para los cupcakes:

1 1/2 tazas de azúcar
1/4 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
2 huevos
1 taza de crema agria a temperatura ambiente
1/2 taza de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 1/2 tazas de harina de trigo
1/2 taza de cocoa en polvo, sin azúcar
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de sal

Para la cubierta blanca:

3 tazas de azúcar pulverizada
1/4 taza mnantequilla sin sal a temperatura ambiente
3 - 4 cucharadas de leche

Para el chocolate:
1 taza de chips de chocolate semi amargo
4 cucharaditas de grasa vegetal (shortening)


Preparación:

1. Precaliente el horno a 350 grados F.

2. Forre una lata de muffins con papeles de hornear.

3. Mezcle el azúcar y el 1/4 taza de azúcar con la batidora, hasta que estén integrados. Raspe los bordes del recipiente con una espátula cuando sea necesario.

4. Añada los huevos y continúe batiendo hasta que la mezcla esté cremosa; luego adicione la crema agria, la leche y la vainilla y bata hasta que todo esté incorporado.

5. Agregue la harina, la cocoa, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal y bata hasta a baja velocidad hasta que obtenga una masa suave, sin grumos. Distribuya la masa uniformemente entre los moldes (aproximadamente 2 cucharadas de masa en cada uno).

6. Cocine en el horno durante 20 - 25 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro de un cupcake salga limpio.

7. Saque del horno y deje enfriar completamente antes de cubrir.


Para la cubierta:

1. Mezcle el azúcar con la mantequilla blanda y bata con la batidora hasta que se integren. Agregue la leche poco a poco hasta lograr la consistencia adecuada para cubrir los cupcakes. (Yo uso 3 1/2 cucharadas porque la cubierta no debe quedar muy líquida).


Para el chocolate:

Derrita los chips junto con la grasa vegetal (shortening) en una olla pequeña, a fuego bajo. Cuando esté caliente y los cupcakes listos para cubrir, vierta el chocolate en una bolsa plástica gruesa:



Corte un trozo muy pequeño de una de las puntas de la bolsa para usarla como manga pastelera:



Cubra los cupcakes de seis en seis y aplique la "tela" de chocolate inmediatamente trazando un círculo:


Luego otro,


Y un último círculo que serán la base de la telaraña.

Con ayuda de un palillo de madera, trace "líneas verticales desde el círculo del centro, hacia la parte de afuera, de tal manera que se deformen los círculos creando la telaraña:


hasta que lo haya hecho en toda la superficie:

Y el resultado final....

Estoy segura que los cupcakes van a ser un éxito tanto para las mamás como para los niños, que también pueden participar en la decoración. Y para las que ya no tienen niños pequeños o todavía no les ha llegado ese momento, todavía tienen tiempo para armar una fiesta para grandes y comer cupcakes de telaraña!

Por cierto, la receta rinde 24 cupcakes y es una adaptación de una de LandOlakes.com

Ahora, novedades de la página!

Quiero dedicarle unas líneas a la parte técnica de la página. En los últimos días hemos estado trabajando en incorporar mejoras para facilitar la navegación y búsqueda de recetas; cuando digo “hemos”, me refiero a Wilder Salazar, el ingeniero que me ha ayudado pacientemente con el desarrollo del área de sistemas de Qlinaria desde que se gestó este proyecto, y que ha logrado que funcione en forma impecable.

Llegamos a esos cambios con el tiempo, el uso y las sugerencias y observaciones valiosas de algunos lectores; para empezar, ya está funcionando la opción que aparece en la página de inicio, y que muestra cuáles han sido las recetas más consultadas de esa semana; sabrá cuáles son las recetas más populares entre los lectores y que quizás sería interesante ensayar.

En segundo término, incluimos incluimos la posibilidad de que ciertas recetas se consideren dentro de más de una categoría; así es posible identificar a un plato según las diversas condiciones que lo describen: por ejemplo, el arroz con pollo está dentro de los arroces, dentro de aves y dentro de la categoría de plato único. Esta opción también ayuda a servir los platos en formas que no son tan obvias, y también está funcionando.

Para terminar, está en desarrollo un motor de búsqueda más dinámico del que les hablaré en su debido momento. Por ahora, disfruten las nuevas funciones de la página y recuerden que siempre estoy abierta a sugerencias e inquietudes de los lectores.