sábado, 28 de agosto de 2010

El asunto del desayuno

Esta semana resolví dedicar toda la entrega de Qlinaria al desayuno. A medida que mis hijas han ido creciendo, hemos adoptado la costumbre de cambiar la rutina de los fines de semana y hacer dos comidas en lugar de tres. Normalmente nos levantamos tarde, hacemos un desayuno (o brunch) grande, y luego una última comida al final de la tarde. Funciona muy bien teniendo en cuenta que ellas pueden despertarse a las 12 o 1 de la tarde, (cosa que envidio porque nunca más pude hacer) y por lo tanto tratar de hacer los tres “golpes” sería forzar la cosa demasiado.

En fin, el desayuno o brunch (para quienes no conocen el término, se deriva de las palabras breakfast y lunch (desayuno y almuerzo en inglés) y es solo una excusa para comer comidas de cualquier tipo, pero al desayuno: los menús de brunch ofrecen desde tostadas francesas, hasta filetes de carne con papitas asadas, desde champaña con jugo de naranja (mimosa) pasando por café y chocolate. Siempre hay algo para el gusto de cada uno y todo se vale.

En este caso voy a presentar una receta de omelette o tortilla de huevos rellena, que resultó exquisita. No voy a negar que la preparación tiene su truco, especialmente en la parte de darle la vuelta, pero siempre existe la opción de no voltearla, sino sencillamente doblarla encima del relleno. De todas maneras es deliciosa, y en términos de nutrición, puede convertirse en una comida muy completa por cuanto las opciones de relleno son ilimitadas.

Utilicé un pimentón asado en casa porque me encanta el sabor dulce que tiene cuando está recién asado y pelado, pero pueden usar pimentones comerciales que vienen en frasco.

Omelette de hierbas con queso de cabra y pimentón

Ingredientes:

½ cucharadita de perejil italiano picado finamente
¾ cucharadita de cebolla larga o cebollín rebanado finamente
½ cucharadita de estragón fresco cortado finamente
2 -3 huevos (dependiendo del tamaño)
2 cucharadas de leche (puede ser baja en grasa)
Sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de aceite de oliva extra virgen
2 onzas (60 gramos) de queso de cabra desmoronado
2 onzas (60 gramos) de pimentón rojo asado (Ver instrucciones más adelante).

Preparación:

Para el pimentón:
Ponga el pimentón entero sobre una parrilla y llévelo a la estufa a fuego medio. (Si no tiene una parrilla, colóquelo directamente sobre la llama).

Voltee el pimentón ocasionalmente con ayuda de unas pinzas o un guante aislante cuando vea que la cáscara se quema de un lado.


Siga volteando hasta que toda la cáscara se vea quemada y el pimentón haya ablandado ligeramente y esté soltando algo de líquido (que se oirá chirrear contra la llama).

Baje el pimentón del fuego y colóquelo dentro de un plato hondo tapado herméticamente con papel plástico adherente y déjelo reposar durante 15 minutos. Esto creará vapor dentro del plato que ayudará a desprender la cáscara del pimentón.

Pele el pimentón y retire las semillas. Corte en tajadas delgadas.

Otra opción para asar el pimentón en caso de que no tenga quemadores a gas es precalentar el broiler del horno (resistencia de arriba) y ponerlos sobre una lata para cocinar en el horno forrada con papel aluminio; igualmente se deben voltear con ayuda de unas pinzas hasta que estén dorados y blandos. (Es posible que la piel no se queme tanto como sobre el fuego directo, pero el sabor de todas maneras es delicioso).

Para la tortilla:

Mezcle el perejil, la cebolla larga o cebollín y el estragón en un recipiente pequeño y reserve.

Vierta los huevos en un recipiente pequeño y agregue la leche, sal, pimienta y las hierbas y mezcle con un tenedor o batidor de alambre.

Precaliente una sartén (preferiblemente antiadherente) de aproximadamente 8 pulgadas (20 cms) de diámetro a fuego medio, agregue el aceite de oliva y caliente inclinando la sartén para que se esparza uniformemente, sin que llegue a humear.

Agregue la mezcla de huevos e incline la sartén para que los huevos se distribuyan uniformemente.


Luego revuelva la parte interior de los huevos suavemente con ayuda de una espátula (como si estuviera haciendo huevos revueltos pero más suavemente) de tal forma que la parte de arriba de la tortilla también se cocine,

y luego incline la sartén de nuevo en forma circular para que la tortilla mantenga una forma redonda. Vigile el calor para que no se queme por debajo. Los huevos ya se habrán cocinado por debajo, pero se verán un poco líquidos en la parte superior.

Puede hacer una de dos cosas: darle vuelta a la omelette a la manera de los chefs (que requiere práctica y superar varios fracasos) o sencillamente puede doblar la omelette.
Si se decide por la vuelta, agarre la sartén, muévala para asegurarse que no esté pegada al fondo y con un movimiento corto y rápido mueva la sartén hacia adelante y luego hacia arriba para voltear la omelette.

Si lo logró, que espero que sí, distribuya el queso a lo largo del centro de la omelette, y luego las tiras de pimentón.


Luego doble en terceras partes, es decir, una de las partes libre de relleno hacia el centro encima del relleno y
luego la otra también hacia el centro por encima de la primera capa.


Si no se le midió a voltear la tortilla, sencillamente distribuya el relleno a lo largo del centro, deje cocinar por 1 minuto y doble como en la instrucción anterior.
Deslice sobre un plato o sirva con ayuda de una espátula grande.


Rinde: 1 porción.

Adaptada de una receta de Ina Garten en Food Network.

domingo, 22 de agosto de 2010

De regreso


Después de un par de semanas durante las cuales mezclamos descanso, cocina, viejas amigas y trabajo, aquí estoy de regreso en mi casa, "desempolvando" mis utensilios y escribiendo de nuevo.

Aprendí muchas cosas nuevas en la cocina de mi anfitriona y por otro lado, ella y yo tuvimos la oportunidad de disfrutar de restaurantes abarcando una gran variedad de tipos de comida tanto en Miami como en Nueva York, a donde viajamos por razones de trabajo: cubano, thai, italiano, israelita, latino-asiático, etc. Hay restaurantes en todos los rincones, para todos los gustos y presupuestos; son tántas las alternativas, que siempre resulta difícil escoger porque uno cree que de pronto hay uno mejor. Dada nuestra limitación de tiempo en este caso, no tuvimos tiempo de investigar mucho pero no fallamos ni una vez.

La entrada de hoy les va a encantar. Es una receta "mágica" para preparar helado de banano, con un ingrediente único: banano, y un solo instrumento: el procesador de alimentos. (Ustedes van a pensar que tengo participación en una fábrica de licuadoras y procesadores, pero no es así, aunque no sería mala idea, con todo lo que los recomiendo!!) Conocí esta fórmula gracias a Camila, una muy querida cuasi-parienta quien me envió la referencia desde Bogotá.

Es perfecto para adultos y niños porque no tiene crema ni ingredientes artificiales y además porque su preparación es muy divertida y siempre sorprende.

Helado cremoso de banano y solo banano

Ingredientes:

4 bananos maduros, pero firmes

Preparación:

1. Pele los bananos y póngalos en el congelador hasta que estén completamente congelados. (Si no retira la cáscara antes de congelarlos, es muy difícil hacerlo después.


2. Córtelos en trozos de aproximadamente 1/2 pulgada/1 centímetro y póngalos en el procesador de alimentos.


3. Empiece a procesar los trozos congelados; aunque al comienzo va a sonar muy duro y parece que el procesador no fuera a funcionar, continúe procesando y verá cómo los bananos se empiezan a partir en trozos pequeños.



4. Ocasionalmente raspe los bordes del procesador con una espátula para que toda la fruta tenga contacto con la cuchilla, y siga procesando pacientemente hasta que la mezcla se vaya volviendo cremosa.


5. Procese para que el helado esté uniformemente cremoso:


Sirva inmediatamente, y complemente con los "toppings" de su preferencia, tales como miel, chips de chocolate, mermeladas de frutas, caramelo, etc.




Qué tal la delicia!!!!!

Si yo misma no hubiera preparado el helado, no podría creer que esta textura tan suave, más parecida al yogurt helado o al gelatto, y que se derrite en la boca, se puede lograr sin agregar crema u otros productos lácteos.

Gracias Cami!

Rinde 4-6 porciones, pero puede preparar la cantidad de bananos que desee.

Buen provecho!


viernes, 13 de agosto de 2010

Academia Qlinaria



Mi gran amiga Vivian, quien amablemente me está hospedando en su casa durante estos días, quiso que hiciera una demostración de cocina a un grupo de sus amigas; pasamos una tarde muy divertida dedicada a la preparación de un par de postres y a la charla que inevitablemente se da cuando se reúne un grupo de ocho mujeres; tengo que confesar que la disciplina se me salió de las manos un par de veces, pero de todas maneras se cumplió el objetivo.

Como les dije a ellas, estaba un poco cohibida porque las invitadas son todas grandes cocineras, una de ellas incluso tiene amplia experiencia como profesora de cocina, y en estos casos siempre me pregunto si ya saben lo que les voy a enseñar o si tienen una receta mejor que la que mía; pero me sentí muy satisfecha porque creo que aporté varios conocimientos y tips de repostería que no tenían, y ellas hicieron lo mismo conmigo. Éxito.

Dado que no contábamos con mucho tiempo ni antes de la clase ni durante la misma, escogí dos recetas que pudiera demostrar y cocinar durante la sesión; lo ideal habría sido tener una versión lista de los postres como hacen en la televisión, porque la cocción toma tiempo, pero recuerden que en este momento estoy a ritmo playero.

La primera receta que presenté fue la de Strudel de manzana y canela preparado con masa Filo, que ha sido un favorito de mi repertorio desde hace muchos años. Hoy día, la masa filo está disponible en los supermercados en los Estados unidos y en los demás países en almacenes de comida gourmet o importada.


Sé que la mayoría de gente se aterroriza con la sola mención del filo porque es una masa muy delgada y delicada, pero como todo, hay que enfrentarla para quitarle el “fucú”, como decimos en Colombia. Si no queda perfecto no importa, de todas maneras sabe delicioso!

Strudel de manzana con canela en Filo

Ingredientes:

¼ libra de mantequilla derretida
8 a 10 láminas de filo
5 a 6 manzanas medianas, preferiblemente de una variedad ácida como las verdes (Granny Smith) peladas y cortadas en cascos delgados
1 cucharada de limón recién exprimido
½ taza de azúcar
2 cucharaditas de canela
2 cucharadas de harina
½ taza de uvas pasas rehidratadas y secas

Preparación:

1. Precaliente el horno a 375°F.

2. Revuelva las manzanas con el jugo de limón. Agregue azúcar, canela, harina, y uvas pasas.


Use entre 4 y 5 láminas de filo por rollo de manzana (salen dos de la receta). Las hojas de filo generalmente se compran congeladas. Es aconsejable descongelarlas en la nevera de un día para otro, pero si no cuenta con el tiempo suficiente, descongélelas a temperatura ambiente sin dejar que se ablanden demasiado.

Para empezar a armar el rollo, desempaque la totalidad de las hojas de filo que vienen en la caja, y póngalas sobre el mesón de trabajo. Tape la pila de hojas con papel plástico y luego con una toalla de tela húmeda; esto, para evitar que la masa de Filo se seque.


3. Separe una hoja de filo y póngala sobre la superficie de trabajo. Vuelva a tapar las demás hojas. Utilizando una brocha de pastelería, esparza mantequilla derretida en una capa delgada sobre la totalidad de la lámina de filo.

4. Rocíe una cucharadita de la miga de pan sobre la lámina, repartiéndola en forma uniforme.

5. Saque otra lámina de filo de la pila, póngala sobre la primera de manera que las esquinas correspondan lo más exactamente posible y repita la operación de la mantequilla y la miga de pan hasta terminar con la quinta lámina de filo, mantequilla y miga de pan.

6. Ponga la mitad de la mezcla de manzana a lo ancho de la pila de filo, en el tercio inferior, dejando un borde a los lados de aproximadamente 2 pulgadas (5 cm).

7. Para armar el rollo: Doble la p[arte de la pila de filo que estámás cerca suyo sobre manzana, apenas cubriéndola.

Voltee hacia el centro los bordes de la pila de filo que no tienen relleno de manzana, hasta que toquen la masa de filo con la que tapó las manzanas. Para terminar, dele vuelta a la manzana que estácubierta con filo para formar un rollo compacto.


Coloque el strudel en una lata forrada en papel de hornear, teniendo en cuenta que debe dejar espacio en la lata para el segundo strudel. Aplique mantequilla derretida por encima del rollo.

Repita con las láminas de filo y la mezcla de manzanas restantes. Acomode el segundo rollo en la lata, esparza mantequilla derretida sobre la superficie y lleve al horno; hornee durante aproximadamente 40 minutos o hasta que los rollos estén dorados por encima.


Saque del horno, deje enfriar ligeramente y decore con azúcar pulverizada si lo desea. Para servir, corte en tajadas diagonales con un cuchillo de sierra. Acompañe el postre con helado de vainilla o una cucharada de crema chantilly.

Rinde: Aproximadamente 10 porciones (5 por rollo).

El segundo postre fue una Tarta de Crema de Almendras (Frangipane en francés) con Peras, que publicaré en la sección de recetas.

Como se podrán imaginar, tuvimos una tarde muy dulce en todo el sentido de la palabra: buena conversación, café, postres, y una compañía inmejorable. Muchas gracias a las alumnas (muy aplicadas por cierto) y sobre todo a Vivi por promover esta actividad "académica" de Qlinaria.

domingo, 8 de agosto de 2010

Cocina ... o playa?


Pueden imaginarse mi dilema de estos días cuando he tenido la posibilidad de dejar el computador por ratos para mirar el mar. Cocina o playa? La mayoría de las veces ha ganado la playa, y creo que no tengo que explicarles por qué.

Pero también hemos cocinado; el risotto que publiqué hoy en la sección de recetas fue una de las comidas de estos días y estuvo de maravilla. Durante estas dos semanas probablemente no haga entradas en el blog, pero busquen recetas nuevas en la sección correspondiente. Ya saben que la cocina nunca cierra.

Por hoy, los dejo con una cita de Joan Anderson, una norteamericana que ha escrito tres libros en los que analiza los cambios durante las diferentes etapas de la vida:

"La vida, como la playa, se reorganiza a sí misma constantemente y luego nos corresponde a nosotros trabajar con ese nuevo orden".
Joan Anderson.