domingo, 24 de julio de 2011

Focaccia en dos horas

Yo sigo tratando de convencerlos de que ensayen a hacer pan en casa. La hechura de pan no tiene que ser una labor eterna que implique amasar intensamente para luego esperar con paciencia a que la masa crezca una y otra vez y luego finalmente hornearla. No siempre hay que pasar por todos esos pasos para disfrutar de un pan recién horneado hecho por uno mismo con la correspondiente satisfacción que esto produce.

De hecho en los Estados Unidos hace un par de años hubo una gran revolución en el mundo de la panadería porque apareció una receta de un pan que no hay que amasar (No-Knead bread en inglés) sino que hace su proceso de leudado o fermentación sin intervención humana, solamente con ayuda del tiempo. Como decía, el método marcó un hito en la historia de la panadería y hoy día hay cientos de libros y artículos dedicados al método y a las recetas derivadas de este.

Hoy les presento una versión de la focaccia derivada de esta corriente; si se tienen los ingredientes en la casa, que normalmente están en las despensas exceptuando la levadura, (ampliamente disponible en todos los supermercados) se puede tener el pan listo en un término de dos horas, con una mínima intervención del cocinero. La compensación repito, es enorme.

Focaccia rápida

Ingredientes:

1 ½ tazas de agua tibia
3 cucharadas de aceite de oliva, y un poco adicional para rociar la masa
1 ¼ cucharaditas de sal
3 ½ tazas de harina de trigo
1 paquete de levadura instantánea o dos sobres de levadura normal (cada sobre equivale a 2 ¼ cucharaditas de levadura)
Sazón al gusto (romero, sazón italiana
Sal gruesa para rociar

Preparación:

1. Si va a usar levadura normal, disuélvala en la 1 ½ tazas de agua tibia, revuelva y deje reposar durante 5 minutos.

2.Engrase con aceite de oliva el fondo de una lata de aproximadamente 22 x 33 cms (9 x 13 pulgadas).


3. Vierta en el recipiente de una batidora manual o de pata la harina, el aceite, la sal, la levadura y el agua. Bata la masa durante 60 segundos a alta velocidad.


4. Vierta la masa (que es bastante pegajosa) en la lata engrasada y extiéndala para que cubra toda la lata. Dada la consistencia, puede resultar difícil hacerlo sin que se pegue a los dedos, así que engráselos con aceite para facilitar la labor de pegar bien la masa a todos los bordes, incluyendo las esquinas.


5. Tape la lata con un papel plástico y lleve a un lugar tibio para que crezca durante una hora . Dado el clima frío de Bogotá, me ha funcionado muy bien el método de poner un recipiente con agua hirviendo, destapado en el horno apagado (normal o microondas) y poner la masa al lado de este para que el calor del vapor ayude en el proceso de leudado o fermentación.

6. Mientras la masa crece, precaliente el horno a 375° F/190° C.

7. Cuando se complete la hora de reposo de la masa, verá verifique que esta se siente esponjosa al tacto.


8. Haga muescas o huequitos en la superficie de esta con el dedo índice.


9. Rocíela con un poquito (no tanto como puse yo!!) de aceite de oliva en la superficie y luego con el condimento de su agrado y una pizca de sal gruesa.

10. Lleve al horno durante 30-40 minutos o hasta que la focaccia se vea dorada y esponjada. Saque del horno y deje reposar 5 minutos dentro de la lata. Desmolde en una parrilla y deje enfriar, hasta que se resista!


Buen provecho!

martes, 12 de julio de 2011

Bowl de sopa para el alma

Muchas veces he hablado acerca de lo que me gustan las sopas y cómo podría vivir alimentándome casi exclusivamente de ellas. Frías o calientes. Con recado o sin él. Por eso siempre me ha parecido atinado el título (no el contenido) de esta serie de libros de “Sopa de pollo para el alma” que fue tan popular en los Estados Unidos. Todas las culturas tienen su versión de “levanta muertos” y en este caso voy a dedicar mi entrada a una sopa tipo asiático.

Esta modalidad que combina caldo, verduras frescas, algo de proteína y pasta es muy popular en los países asiáticos. Y es tan importante para ellos la comida en forma de sopa que convirtieron los fideos con caldo instantáneos en comida nacional. Si hay agua caliente para el té, también hay agua caliente para preparar una de estas sopas que vienen en recipientes desechables en mil variedades y tamaños. Es la versión portátil y poco alimenticia de las cazuelas hechas en casa que resulta muy práctica para hacer una pausa caliente y rápida durante el día y que con frecuencia toman sin interrumpir su trabajo.

Durante nuestros años en Estados Unidos nos aficionamos a estas sopas del Oriente y visitábamos al menos una vez por semana un restaurante vietnamita que servía únicamente Pho, un caldo con carne, especias y fideos de arroz, algunas verduras frescas y algo de picante. Otras veces optábamos por otro restaurante que sirve la sopa Udón de origen japonés, con un caldo más suave y fideos más gruesos, que sigue siendo la idea de una comida en un bowl. Ensayamos varios restaurantes para comparar y casi nos convertimos en catadores de bowls de sopa.

Sé que hay restaurantes buenísimos en Bogotá que ofrecen varias alternativas pero no he llegado a probarlas. Mientras tanto propongo esta receta, muy sencilla y repetible en casa, que nos calmó la fiebre mientras descubrimos otras.


Bowl de sopa pollo con Edamame y hongos

Ingredientes:

4 tallos de limonaria pelados y aplastados con el lomo de un cuchillo
6 tazas de caldo de pollo
Un trozo de jengibre de aproximadamente 2 centímetros de largo pelado y cortado en rebanadas delgadas
5 onzas de tallarines de arroz crudos
¾ libra de pechuga de pollo cortada en tiras delgadas
2 tazas de edamame (Ver Glosario) pelado, descongelado arvejas
½ taza de zanahoria cortada en tiras diagonales
1 ½ cucharadas de salsa soya baja en sodio
½ libra de hongos (puede usar los que desee; yo usé orellanas)
¼ taza de cilantro picado (o al gusto)
1/3 taza de cebolla larga cortada en diagonal en trozos de ½ centímetro

Preparación:



Corte los tallos de limonaria en troncos de unos 5 cms. de largo. Ponga la limonaria, el caldo y el jengibre en una olla pesada para hacer sopa. Haga hervir a fuego alto y luego reduzca la temperatura al mínimo y continúe cocinando durante aproximadamente 45 minutos. Retire los trozos de jengibre y limonaria y deseche.

Mientras tanto, corte los hongos en trozos del tamaño de un bocado y sofría en 1 cucharadita de aceite o mantequilla hasta que doren ligeramente. Reserve.


Cocine los fideos de acuerdo con las instrucciones del paquete, escurra en una coladera y reserve. (No se preocupe si los fideos se pegan mientras prepara el resto, porque se despegarán cuando les agregue el caldo caliente).

Añada el pollo cortado en tiras; aumente el fuego a medio y cocine el pollo durante 5 minutos. Agregue el edamame o las arveja, la zanahoria, la salsa soya y los hongos. Cocine durante 5 minutos o hasta que el pollo esté ien cocinado pero tierno.

Retire del fogón y adicione el cilantro y los trozos de cebolla larga.

Reparta los tallarines de arroz cocinados entre 4-5 bowls o cazuelas y sirva el caldo encima de la pasta. Decore con cascos de limón si lo desea.


Rinde 4 – 5 porciones.

Adaptado de "Cooking Light Annual Recipes 2004".