martes, 12 de julio de 2011

Bowl de sopa para el alma

Muchas veces he hablado acerca de lo que me gustan las sopas y cómo podría vivir alimentándome casi exclusivamente de ellas. Frías o calientes. Con recado o sin él. Por eso siempre me ha parecido atinado el título (no el contenido) de esta serie de libros de “Sopa de pollo para el alma” que fue tan popular en los Estados Unidos. Todas las culturas tienen su versión de “levanta muertos” y en este caso voy a dedicar mi entrada a una sopa tipo asiático.

Esta modalidad que combina caldo, verduras frescas, algo de proteína y pasta es muy popular en los países asiáticos. Y es tan importante para ellos la comida en forma de sopa que convirtieron los fideos con caldo instantáneos en comida nacional. Si hay agua caliente para el té, también hay agua caliente para preparar una de estas sopas que vienen en recipientes desechables en mil variedades y tamaños. Es la versión portátil y poco alimenticia de las cazuelas hechas en casa que resulta muy práctica para hacer una pausa caliente y rápida durante el día y que con frecuencia toman sin interrumpir su trabajo.

Durante nuestros años en Estados Unidos nos aficionamos a estas sopas del Oriente y visitábamos al menos una vez por semana un restaurante vietnamita que servía únicamente Pho, un caldo con carne, especias y fideos de arroz, algunas verduras frescas y algo de picante. Otras veces optábamos por otro restaurante que sirve la sopa Udón de origen japonés, con un caldo más suave y fideos más gruesos, que sigue siendo la idea de una comida en un bowl. Ensayamos varios restaurantes para comparar y casi nos convertimos en catadores de bowls de sopa.

Sé que hay restaurantes buenísimos en Bogotá que ofrecen varias alternativas pero no he llegado a probarlas. Mientras tanto propongo esta receta, muy sencilla y repetible en casa, que nos calmó la fiebre mientras descubrimos otras.


Bowl de sopa pollo con Edamame y hongos

Ingredientes:

4 tallos de limonaria pelados y aplastados con el lomo de un cuchillo
6 tazas de caldo de pollo
Un trozo de jengibre de aproximadamente 2 centímetros de largo pelado y cortado en rebanadas delgadas
5 onzas de tallarines de arroz crudos
¾ libra de pechuga de pollo cortada en tiras delgadas
2 tazas de edamame (Ver Glosario) pelado, descongelado arvejas
½ taza de zanahoria cortada en tiras diagonales
1 ½ cucharadas de salsa soya baja en sodio
½ libra de hongos (puede usar los que desee; yo usé orellanas)
¼ taza de cilantro picado (o al gusto)
1/3 taza de cebolla larga cortada en diagonal en trozos de ½ centímetro

Preparación:



Corte los tallos de limonaria en troncos de unos 5 cms. de largo. Ponga la limonaria, el caldo y el jengibre en una olla pesada para hacer sopa. Haga hervir a fuego alto y luego reduzca la temperatura al mínimo y continúe cocinando durante aproximadamente 45 minutos. Retire los trozos de jengibre y limonaria y deseche.

Mientras tanto, corte los hongos en trozos del tamaño de un bocado y sofría en 1 cucharadita de aceite o mantequilla hasta que doren ligeramente. Reserve.


Cocine los fideos de acuerdo con las instrucciones del paquete, escurra en una coladera y reserve. (No se preocupe si los fideos se pegan mientras prepara el resto, porque se despegarán cuando les agregue el caldo caliente).

Añada el pollo cortado en tiras; aumente el fuego a medio y cocine el pollo durante 5 minutos. Agregue el edamame o las arveja, la zanahoria, la salsa soya y los hongos. Cocine durante 5 minutos o hasta que el pollo esté ien cocinado pero tierno.

Retire del fogón y adicione el cilantro y los trozos de cebolla larga.

Reparta los tallarines de arroz cocinados entre 4-5 bowls o cazuelas y sirva el caldo encima de la pasta. Decore con cascos de limón si lo desea.


Rinde 4 – 5 porciones.

Adaptado de "Cooking Light Annual Recipes 2004".


4 comentarios:

  1. Recuerdo haber almorzado juntas en Washington y haber pedido esta delicia de sopa.....gracias por colocar la receta.
    Vivian

    ResponderBorrar
  2. Con mucho gusto Vivian. Ahora la podemos comer en Bogotá! Seguiré buscando recetas de este tipo y ojalá vengas pronto a probarlas. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  3. Ana, en mi casa llamamos esto penicilina. Cura todos los males.

    ResponderBorrar
  4. Me gusta el nombre! Y además es como intravenosa porque hace efecto inmediatamente! Muchos saludos.

    ResponderBorrar