lunes, 22 de noviembre de 2010

A comer pavo!


Resulta difícil no contagiarse del ambiente que precede a la Fiesta de Acción de Gracias. Yo diría que es una mezcla entre el clima que se va enfriando con el consiguiente cambio en el color de la luz, el ritmo enloquecido al el que se mueve la gente, el tráfico, la publicidad, la música de fondo en el carro y en los almacenes y la reverberación comercial relacionada con la Navidad. Esta es una fiesta verdaderamente familiar para cuya celebración padres, hijos, abuelos, primos, tíos, etc., que aquí muchas veces están tan dispersos, se desplazan por aire, tierra y mar para reunirse a cenar, a comprar y a ver partidos de fútbol americano.

Recién llegamos a este país hace diez años nos parecía una fiesta ajena, pero desde el primer año resolvimos celebrarla, porque en ese momento un amigo nuestro que se había trasladado al área un par de años antes, nos convenció de reunirnos con ellos diciéndonos que se uno se sentía muy triste cuando pasaba esa fecha solo y era la única casa en el vecindario que no tenía carros de visitas. Desde entonces hemos estado aprendiendo las tradiciones y las recetas y la hemos adoptado en nuestra familia, siempre compartiéndola con amigos cercanos y haciendo una pausa para dar gracias por lo que tenemos.

Y es que cuando los hijos se van a la universidad también adquiere una dimensión especial. Para ellos casi siempre es la primera vez que regresan a la casa después de iniciar el segundo semestre del año, que a veces (como en este caso con Silvia este año) es el primero lejos de su casa, así que ellos tienen mamitis y nosotros tenemos “hijitis”. Los estudiantes tienen 4 o 5 días de vacaciones, y vienen listos para que los papás los consintamos y les demos un repaso de lo rico que es estar en la casita.

Me pareció muy apropiado compartir con ustedes la receta del pavo asado, que en nuestra casa es la especialidad y responsabilidad de mi marido y mis hijas. Siempre hacemos un pedido especial de un pavo alimentado naturalmente y que no ha estado congelado, por lo que la carne resulta tiernísima y de muy buen sabor. Para quienes lo van a preparar para Acción de Gracias, espero que no sea muy tarde, y para los que lo comen en Navidad, tienen tiempo de analizar la receta y animarse a ensayarla.

Esta receta se prepara conservando el pavo en una salmuera que se prepara el día anterior y en la cual se sumerge el pavo durante 6 horas. La razón para hacerlo es que la mezcla salada ayuda a mantener la humedad del pavo y produce una carne más tierna y jugosa.





Pavo asado

Ingredientes:

1 pavo joven de 14 – 16 libras

Para la salmuera:

1 taza de sal kosher o gruesa
½ taza de azúcar morena
1 galón de caldo de verduras
1 cucharada de pimienta negra en grano
½ cucharada de pimienta de Jamaica en grano o en polvo
½ cucharada de jengibre cristalizado
1 galón de agua helada

Ingredientes aromáticos:

1 manzana roja en tajadas
½ cebolla en rebanadas
1 astilla de canela
1 taza de agua
6 tallos de romero
6 hojas de salvia
Aceite de canola

Preparación:

1. Combine los ingredientes de la salmuera en una olla, exceptuando el agua helad, y haga hervir. Revuelva para disolver la sal y el azúcar, retire del fuego, deje enfriar hasta que esté a temperatura ambiente y luego lleve a la nevera hasta que esté bien fría.

2. El día que va a preparar el pavo o tarde la noche a0nterior si lo va a preparar para el almuerzo, combine la salmuera y el agua helada en un balde limpio con una capacidad de 5 galones o en una nevera portátil bien limpia. Ponga el pavo descongelado dentro de la salmuera, con la pechuga hacia abajo, tape y refrigere o ponga en un lugar frío durante 6 horas. Voltee el pavo después de 3 horas de estar dentro de la salmuera.

3. Precaliente el horno a 500 grados F.

4. Mezcle la manzana, la cebolla, la astilla de canela y una taza de agua en un recipiente que pueda ir al microondas y cocine la mezcla en ALTO durante 5 minutos.

5. Saque el pavo de la salmuera y enjuague bien por dentro y por fuera con agua fría. Deseche la salmuera.

6. Ponga el pavo en una rejilla que pueda colocarse dentro de una lata no muy honda y seque bien con toallas de cocina. Acomode los ingredientes aromáticos cocinados en el microondas dentro de la cavidad del pavo, junto con el romero y la salvia. Doble las alas hacia atrás y con aplique aceite de canola u otro aceite sin sabor generosamente con la mano.

7. Cocine en la parrilla inferior del horno a 500 grados F. durante 30 minutos para dorar la piel.

8. Retire del horno, cubra la pechuga con un trozo doble de papel aluminio y reduzca la temperatura del horno a 350 grados F. Cocine el pavo hasta que la temperatura interna de la parte más gruesa del muslo alcance 161 grados F., medida con un termómetro. (Un pavo de 14-16 libras debe requerir aproximadamente 2 – 2 ½ horas en el horno).

9. Antes de cortar el pavo, déjelo reposar durante 15 minutos, tapado con un papel aluminio que no esté apretado, de lo contrario perderá la textura tostada en la piel.


Rinde aproximadamente 10-12 porciones.

(Si tiene más comensales o si la mayoría de los que tiene prefiere la carne blanca, puede preparar una pechuga aparte para completar).

Receta adaptada de Alton Brown (Food Network).

Feliz día de Acción de Gracias!

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