martes, 16 de febrero de 2010

Tres vinagretas


Hace unos días alguien me preguntó qué consejos le podía dar a una persona que estaba aburrida de preparar siempre las mismas ensaladas con los mismos ingredientes y que no tenía idea de qué hacer para variar. Yo le respondí que para mí, el secreto de la variedad está en la vinagreta. Me atrevería a afirmar que si uno solamente pudiera usar la misma lechuga y el mismo tomate en la ensalada todos los días, (lo cual es una exageración) la adición de una vinagreta diferente mejoraría la situación en un ciento por ciento.

Me pareció interesante profundizar aunque fuera un poco en este tema para invitarlos a ser creativos y también para demostrar que las posibilidades en el terreno de las vinagretas son infinitas.

Unos principios básicos:

1. Una buena vinagreta exige que haya un equilibrio entre el ingrediente ácido (vinagre, limón, naranja, etc. y el aceite (canola, girasol, oliva, castaña, trufa, etc.). Algunas vinagretas usan una proporción de una parte ácida por dos de aceite, pero la proporción más común es la de una parte de ácido por 3 de aceite, que produce una vinagreta menos ácida.

2. La forma de lograr una mezcla homogénea de los ingredientes de la vinagreta es poner en un recipiente el ácido y demás ingredientes de la vinagreta (hierbas, ajo, chalote, etc.) si las está usando, o de lo contrario, solamente el ingrediente ácido.




Luego se agrega el aceite poco a poco, en un chorro constante y revolviendo continuamente para que la mezcla se emulsione y por último, se sazona con sal y pimienta al gusto.




4. Si uno de los aceites que desea utilizar tiene un sabor muy fuerte, (algunos aceites de oliva y los de trufa o nueces del nogal) mézclelo con un aceite más neutral tal como el de canola o girasol.



3. Algunas veces se utiliza un ingrediente que "enlace" al ácido con el aceite, que se denomina un emulsor, y el más común en la preparación de las vinagretas es la mostaza. El huevo desempeña la misma función, pero al usarlo se crea una mayonesa.

4. Prepare la vinagreta de acuerdo con las verduras que vaya a utilizar. Si la ensalada contiene verduras con sabores fuertes, prepare una vinagreta suave, cuyo sabor no compita con el de la verdura, como en el caso de la rúgula, o los berros.

5. No "ahogue" la ensalada en vinagreta. Agregue apenas una cantidad suficiente para que se pueda disfrutar la textura y sabor de las verduras, en lugar de esconderlos.

6. Sea creativo! Juegue con los ingredientes y no tema ensayar combinaciones propias. Es posible que algunas de sus pruebas resulten mejores que otras, pero eso forma parte del aprendizaje.

Algunos ingredientes que puede considerar al preparar vinagretas:

- Vinagres: de hierbas, de nueces balsámicos, de vino blanco o tinto, de champaña, de frutas, de jerez, de arroz etc.
- Otros ácidos: jugo de limón, de naranja o cualquier cítrico o fruta, de tomate, etc.
- Aceites: Extra virgen de oliva, de girasol, de canola, maní, de nuez del nogal, de trufa, etc.
- Hierbas: Orégano, estragón, albahaca, perejil, cilantro, etc.
- Otros: Ajo, chalote, cebollín, jengibre, anís, chiles, aguacate, miel, azúcar blanca, azúcar morena, etc.


Y cualquier otro ingrediente que desee. Como decía arriba, la combinación es infinita y al variar las verduras, puede hacer de la ensalada el centro de atención de sus comidas. La receta que aparece a continuación es muy sencilla: tiene como aderezo una vinagreta de limón, sin emulsor, que complementa el sabor de la rúgula y las fresas sin dominar en la ensalada.


Ensalada de rúgula y fresas con vinagreta de limón

Ingredientes:

1/2 taza de nueces (del nogal o pecanas) en mitades
4 tazas de rúgula
2 tazas de fresas cortadas en tajadas
1/2 taza de queso Parmesano cortado en rebanadas muy delgadas y luego desmoronado
1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
1/8 cucharadita de sal
1 cucharada de limón
3 - 3 1/2 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:

1. Tueste las nueces en una lata en el horno a 350 grados C. durante aproximadamente 6 minutos o hasta que estén aromáticas, volteándolas varias veces y vigilando constantemente para que no se quemen, de lo contrario dan un sabor amargo. Déjelas enfriar durante unos 10 minutos.
2. Mezcle la rúgula, las fresas y el queso Parmesano en una ensaladera.
3. En un recipiente aparte ponga la cucharada de limón, sal y pimienta y vierta el aceite en forma continua, en un chorro delgado, mientras revuelve con un batidor de alambre, hasta que la mezcla se emulsione y espese. Vierta sobre la ensalada justo antes de servirla y mezcle bien.

Rinde 4 porciones.




Quise incluir otro par de recetas de vinagreta:

Una Vinagreta Balsámica con Mostaza clásica y una Vinagreta Cremosa con Perejil baja en calorías, que se encuentran en la categoría de salsas de Qlinaria.net.

Muy pronto voy a dedicar una entrada al tema de las ensaladas.



Nota: Quiero aprovechar este medio para invitar a las personas que se inscribieron pero que no han recibido las Novedades Qlinarias o respuesta a sus amables mensajes, a que se inscriban nuevamente por cuanto algunas direcciones tenían problemas tipográficos y mis comunicaciones se devolvieron. Me fascina recibir sus comentarios y soy muy cumplida en responder, así que si no han sabido de mí, es porque tuve problemas en hacerles llegar mi respuesta. Gracias!!




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