miércoles, 24 de febrero de 2010

Antojos


La semana pasada mi casa tuvo su momento Coca-Cola: el miércoles por la noche estaba limpiando la cocina (actividad que viene después de cocinar y que no es tan agradable como la primera) y recibí una llamada telefónica de Verónica, mi hija mayor que estudia en Boston. Mientras hablábamos, sonó el timbre de la puerta, lo cual es poco usual para las casi diez de la noche. Ahí estaba Verónica, parada en la puerta… como en el comercial de la gaseosa en que los hijos sorprenden a los papás para la navidad; solo nos faltó la música, porque los demás efectos especiales, incluyendo la lágrima, se dieron.

Pero bueno, superado el saludo, Verónica pasó al tema verdaderamente importante para ella en ese momento después de un retraso de dos horas en su vuelo: "Qué hay de comida?" No mucho. Solamente había preparado la crema de coliflor con queso azul como plato único, que no le sonó muy apetitosa, pero que resolvió probar. Éxito total. Después de superar esa comida, pasó a contar los días que iba a estar con nosotros, y a especificar sus antojos día por día . El único que no estaba dispuesta a negociar era el Pozole.

Para quienes no están familiarizados con este plato mejicano, se trata de una sopa preparada con maíz blanco o mote, pollo o cerdo, y servida con unos acompañamientos, incluyendo unas gotas de limón verde, que le dan un toque muy fresco. Existe otra versión roja, a la que se le adiciona una salsa de chiles y que también resulta exquisita. No se dejen desanimar por el paso de remojar y cocinar el maíz, que quizás es el único paso del proceso que toma tiempo.



El plan de "armar" el pozole al gusto con los acompañamientos es divertido y delicioso.



La receta que aparece a continuación es de mi amiga Patricia Jinich, a quien tuve la fortuna de conocer aquí en Washington. Pati tiene un amplio conocimiento de la comida mejicana, y sus clases de cocina cambiaron por completo mi forma de ver la comida de Méjico. Los invito a visitar su blog en inglés, Pati's Mexican Table, donde comparte algunas de sus recetas y experiencias, acompañándolas de unas fotos espectaculares.


Pozole Blanco:

1 libra de maíz mote (peto, maíz pozolero, hominy) pelado .
1 cabeza de ajo
2 pollos enteros, o el equivalente a 6 libras de pollo, o una combinación de pollo y lomo de cerdo
1 cebolla blanca picada
Un par de tallos de cilantro
1 cucharada de sal gruesa, o al gusto

Acompañamientos:

5 a 6 limones verdes cortados en mitades
10 rábanos lavados, cortados en mitades y rebanados finamente
4 cucharadas de cebolla blanca finamente picada
Chile piquín
Orégano seco, desmoronado
Tostadas o totopos de maíz

Preparación:

Remoje el maíz en agua fría desde la noche anterior. Enjuague, lleve a una olla grande, y cubra con agua que llegue unas 3 pulgadas (unos 8 cms.) por encima del maíz. Retire la parte gruesa de la cáscara de la cabeza de ajo y agregue el ajo a la olla. No agregue sal al maíz porque se endurece. Haga hervir y luego baje el fuego y deje cocinar lentamente, destapado y a fuego bajo, durante tres horas o hasta que el maíz esté tierno y haya comenzado a abrir. Si desea puede reemplazar el maíz por el enlatado, si este está disponible en su área.

Mientras tanto, lave el pollo, llévelo a una olla grande y tape con agua fría por lo menos hasta 1 pulgada (2 ½ cms.) por encima del pollo. Agregue la cebolla blanca, el cilantro y la cucharada de sal y haga hervir. Cocine destapado hasta que el pollo esté tierno, unos 30 minutos. Escurra y reserve el caldo. Deje enfriar hasta que lo pueda desmenuzar en trozos medianos.

Cuando el maíz esté listo, agréguele el pollo desmenuzado y el caldo que había reservado. Deje cocinar durante 20 minutos adicionales. Revise la sazón y sirva.

Sirva el Pozole en una cazuela con espacio para que cada uno agregue los acompañamientos al gusto, y agregue unas gotas de limón a la sopa:

Acompañe de unas tortillas de maíz tostadas en el horno (menos tostadas que las mías!!!) o unos totopos.

Rinde 10-12 porciones.



Esta fue nuestra cena del domingo y la disfrutamos al máximo. Obviamente no todo fue comida, pero ya que ese es el tema de este escrito, no puedo dejar de contarles sobre los otros antojos: preparamos un zapallo espaghetti, (spaguetti squash) con hierbas, una pasta con coliflor, prosciutto y tomate cherry y un cake de jengibre, recetas que iré incluyendo en las respectivas secciones de Qlinaria.net.

Verónica regresó hoy a Boston después de una visita muy especial, y luego de permanecer un día más de lo planeado recuperándose de una enfermedad viral que seguramente agarró en el avión viniendo para acá. En el equipaje va un pan de canela y unos muffins de chips de chocolate que esperamos contribuyan a que se recupere más rápido y a alargar su visita un poquito más, aunque sea a distancia.

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