jueves, 15 de julio de 2010

Almuerzo de un jueves


Esta semana tengo una cocinera invitada. Debo confesar que la invitada fui yo, porque las recetas que aparecen más adelante corresponden al menú delicioso que nos sirvió Cuqui, que es como se conoce a esta gran amiga mía cartagenera a quien tuve la fortuna de conocer en Washington.

La conocí a través de Marie, mi buena amiga y socia quien había vivido en Ciudad de Méjico al tiempo que ella. Resultó que la mamá de Cuqui fue muy unida a mi abuela de Cartagena y jugó cartas con ella una vez por semana toda la vida. El mundo sí es un pañuelo.

Y las coincidencias no terminan ahí. Resultó también, que Eduardo, su marido, al verme recordó que me había rescatado cuando yo estaba casi llorando afuera del centro de cómputo de la Universidad de los Andes tratando de encontrar por enésima vez el error de procesamiento de mi programa de computador de la tesis de grado. Eso fue hace muchos abriles.

Yo le digo a mi amiga que ella es la Martha Stewart de Bethesda. Para quienes no están familiarizados con este nombre, es el símbolo de la domesticidad perfecta en los Estados Unidos. Martha tiene programas de televisión, libros, folletos, productos de decoración, etc., etc., y todo es lindo y perfecto. Todo coordina, todo está limpio y listo y sabe rico. Así es Cuqui. No sé a qué horas hace tánto! O mejor dicho, sí sé, porque se levanta a las 5 de la mañana todos los días...

Para comenzar. comimos unas ostras ahumadas con tostadas; después vino una ensalada fresca de hongos salvajes, berros y alfalfa condimentada con un aceite de oliva muy frutoso y aceite de jengibre;

Como plato fuerte, nos ofreció unos tomates y calabacines rellenos o Petits Farcis, acompañados de arroz blanco.

Los petits farcis son típicos de la región de Provenza en Francia y tratan de aprovechar los vegetales frescos que abundan en esta zona. Existen múltiples versiones del plato y los vegetales se pueden remplazar por otros tales como pimentones rojos o amarillos, berenjena, cebolla o pequeñas calabazas.

Tomates y calabacines rellenos (Petits Farcis)

Ingredientes:

4 tomates grandes (de 50 gramos cada uno)
sal al gusto
4 calabacines (de 50 gramos cada uno)
6 cucharaditas de aceite de oliva
1 cebolla blanca finamente picada
1/4 libra de salchicha de cerdo molida
1/4 libra de carne de res molida
Pimienta negra recieén molida (al gusto)
1 cucharadita de persillade ( Ver Glosario) preparada con 1 cucharadita, o al gusto, de Hierbas de Provenza, (Ver Glosario) y 2-3 dientes de ajo.
1 taza de miga de pan
1/4 taza de queso Parmesano fresco
1-2 huevos (opcional)

Preparación:

1. Precaliente el horno a 350 grados F.
2. Corte una tajada de la parte superior de cada tomate y saque la pulpa con ayuda de una cuchara. Reserve. El interior de los tomates debe quedar muy seco.
3. Corte las puntas y el tallo de cada calabacín, teniendo cuidado de no tocar las semillas. Luego córtelos por la mitad en sentido horizontal y saque la pulpa con una cuchara, teniendo cuidado de no atravesar el fondo para poderlos rellenar. Reserve la pulpa de los calabacines.
4. Ponga el aceite de oliva en una sartén y saltée la carne molida y el cerdo sin que se sequen demasiado; Agregue las especies y sazone, luego adicione la miga de pan. Luego incorpore la pulpa de los tomates y los calabacines que había reservado. (Si el relleno se ve muy seco, agregue caldo y si se ve muy líquido, adicione miga de pan). Revise la sazón.
Si desea. puede agregar un huevo.
5. Rellene los tomates y los calabacines con esta mezcla y acomódelos en un molde refractario con caldo de pollo en el fondo. Rocíe los vegetales rellenos con el queso Parmesano. Tape con una tapa o con papel aluminio y hornee durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que estén blandos.

Versión de Cuqui Paschke-Vélez.



El postre, unas crepes rellenas de mermelada de uchuva. Deliciosas.

Quiero aclararles que este fue un almuerzo "improvisado"; íbamos a ir a comer a un restaurante, pero ella prefirió que fuéramos a su casa. Ya se imaginarán cómo es la función cuando la planea con anticipación!

De todas maneras, siempre es un placer estar con Cuqui y ser atendida en su casa; yo tengo la esperanza de que su influencia ayude a activar ese chip estético que a veces tengo tan dormido...
Gracias por tu contribución, que espero que sea la primera de muchas.

Buen provecho.

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