martes, 7 de septiembre de 2010

Lasagna para los días lluviosos


Para mí, como estoy segura que para muchos de ustedes, la lasagna es sinónimo de lo que los americanos llaman "comfort food", término que se podría traducir como comida que apacigua, o comida para el alma. Lo grave de este tipo de comidas es que generalmente contienen una buena dosis de carbohidratos, pero sabemos que estos también han sido asociados con un efecto calmante en muchas personas. No se sabe si esto se debe a que son placeres culposos, pero que funciona, funciona.

La pasta es una de mis debilidades, y en el caso de la lasagna, el concepto de las capas de pasta cocinadas al punto perfecto e intercaladas con una o varias salsas, (siempre con tomate) con o sin carne, con o sin verduras, y acompañadas de quesos y albahaca, es fascinante.



Estoy de acuerdo con los que piensan que es un plato elaborado y que toma tiempo, [pero bien vale el esfuerzo. Sin mencionar el hecho de que es un plato único perfecto, y una ensalada y un buen pan campesino (con los carbohidratos adicionales) son complemento suficiente para una comida que cura casi todos los males.

La lasagna es otro de esos platos de los que cada dueña de casa en Italia y en todas partes del mundo tiene su versión. En Italia, la composición de la lasagna varía por regiones geográficas y muchas veces se convierte en el plato típico de celebraciones como nacimientos o matrimonios.

La que presento hoy es diferente a otras que conocemos porque se prepara una salsa de tomate muy fresca que incluye tomates cherry y hierbas y la adición de una capa ligera de cebollas doradas (que se puede omitir si lo desea) cuyo sabor dulce se funde con el queso ricotta, también aromatizado con hierbas. Talvez se sorprendan con la cantidad de salsa de tomate que parece insuficiente, pero es apenas justa para contrastar el sabor del queso.



Lasagna tipo casero

Ingredientes:

Para la salsa de tomate:

3 cucharadas de albahaca fresca
3 cucharadas de perejil italiano p
1 cucharadita de hojas de orégano fresco
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
2 dientes de ajo picados
¾ libra de tomates cherry cortados por la mitad
1 lata de 28 onzas (794 gramos) de tomates enteros
¾ taza de agua
Pizca de azúcar
Sal y pimienta negra recién molida al gusto
1/8 cucharadita de escamas de ají (red pepper flakes)

Para el queso y la pasta:

2 libras de queso ricotta de buena calidad
½ libra de queso Mozarella fresco rallado
1 taza (4 onzas/114 gramos) de queso Parmesano recién rallado
8 tallos de cebolla larga (spring onion) (3 tallos si usa la cebolla larga gruesa) (Ver Glosario) sin las puntas de la raíz
2 cucharadas de hojas de albahaca fresca picadas en tiras delgadas
1 cucharada de perejil italiano picado en trozos medianos
1 cucharadita de hojas de orégano fresco
2 dientes de ajo
Sal y pimienta negra recién molida al gusto
1 cebolla grande cortada en tiras diagonales de ¼ de pulgada (0.5 centímetro) de ancho
Aceite de oliva extra virgen
1 libra de pasta para lasagna
Agua salada hirviendo para cocinar la pasta

Preparación:

Para la salsa de tomate:

1. Pique finamente las hierbas y las cebollas. Caliente el aceite a fuego medio en una sartén grande. Sofría las cebollas junto con las hierbas hasta que comiencen a dorar. Agregue el ajo y cocine durante 1 minuto, hasta que esté aromático.

2. Adicione la lata de tomates, aplastándolos entre las manos antes de ponerlos en la sartén y agregue también los tomates cherry. Cocine sin tapar hasta que la mezcla espese un poco, pero no deje que se evapore todo el líquido, porque de lo contrario la salsa quedará demasiado seca. Agregue el agua y cocine unos momentos más para que el agua se incorpore a la salsa.

3. Adicione el azúcar y sazone con sal y pimienta al gusto, y por último sazone con las escamas de ají seco.

4. Baje del fuego, deje enfriar ligeramente y luego procese en una licuadora o procesador. Reserve. (Puede hacer la salsa unas horas antes o incluso el día anterior y guardar en la nevera).

Para la capa de queso:

1. Reserve 2 cucharadas de queso Parmesano; combine el resto de este, el queso mozarella y el queso ricotta en un recipiente. Agregue los tallos de cebolla, la albahaca, el perejil, el orégano y el ajo. Adicione esta mezcla a los quesos, sazonando al gusto con sal y pimienta.

2. Rocíe las cebollas con un poco de sal y pimienta y aceite de oliva. Sofríalas en una sartén pequeña a fuego alto hasta que doren, pero aún mantengan la textura crocante. Saque de la sartén y reserve.

3. Cocine la pasta en el agua salada hirviente revolviendo con frecuencia para que no se pegue. Saque del agua cuando la pasta esté al dente, aún ligeramente dura para que no se desbarate. Escurra en una coladera y rocíe con agua fría para suspender la cocción.

Para armar la lasagna:

1. Precaliente el horno a 350°F. Engrase un molde refractario rectangular de aproximadamente 9 tazas de capacidad.

2. Escurra la pasta y seque las láminas con una toalla de cocina. Humedezca el fondo del molde con una poco de salsa de tomate. Luego acomode una capa de láminas de pasta que cubran el fondo; reparta ¼ de la mezcla de queso encima de la pasta, y ¼ de las cebollas doradas. Humedezca la capa con 1/6 de la salsa de tomate. Tape la salsa de tomate con otra capa de pasta y continúe en el mismo orden, bañando la quinta capa de pasta con la salsa restante. Tape con papel aluminio. (En este punto puede proceder a cocinar la lasagna o guardarla en la nevera hasta que llegue el momento de cocinarla).

Cocine durante 40 minutos, o hasta que esté caliente. (Si la guardó en la nevera, tomará un poco más de tiempo en el horno). Rocíe las dos cucharadas de queso Parmesano que había reservado, apague el horno y deje reposar la lasagna dentro de este durante 10 minutos, con la puerta ligeramente abierta. Sirva inmediatamente.

Rinde 8 porciones.




Adaptada de una receta de The Italian Country Table: Home Cooking from Italy’s Farmhouse Kitchens de Lynne Rossetto Kasper (1999).

Que tengan una buena semana!

3 comentarios:

  1. Que llueva porque se ve dilicioso!

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  2. Gracias! Hágale caso a sus antojos y prepárela aunque no esté lloviendo! Buen provecho.

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  3. Se ve deliciosa! Me facina la la Lasagna. La voy a preparar un dia.

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